"Déjame Madre que te diga, que aunque la desesperación me haya llevado a alejarme de ti, no fue mi voluntad sino mi debilidad.
Déjame Madre que te diga, que eres mi refugio en los momentos de soledad marcados por la distancia.
Déjame Madre que te diga, que tu mirada es mi esperanza, tu boca, la dulzura y tus manos, el consuelo y la seguridad de estar a tu lado.
Déjame Madre que te diga, que por más que quisiera enfadarme contigo, no lo lograría, pues eres mi apoyo cuando flaquean las fuerzas y cuando la felicidad inunda mi vida..."
Así comienza un Pregón que se vivió aún con las retinas cargadas de estampas vividas en la Semana de Pasión de un Jaén primaveral, que da paso a un tiempo de tradición, romería, tamboril y flauta, vestidos regionales y costumbres que pasan por los siglos de los siglos.
Pregón pronunciado por D. Juan Luis Plaza Díaz y que concluye con las siguientes palabras:
"Que el sentimiento cofrade no distinga.
Que el fervor de la Pasión no decaiga.
Que el dolor nos transforme, para que la Gloria vuelva a reunir a los cristianos de Jaén y sea el amor al Señor y la alegría junto a María, los que marquen un tiempo de luz, entre la espesa niebla de nuestras vidas.
Que la Pasión no termine, que sea el camino a la Gloria...
Soñé con verte una mañana de primavera.
Soñé con poder pregonarte.
Soñé con vivir a tu vera,
y costalero, como arte,
soñé llevarte por tus calles y aceras
para lograr enseñarte
miles de caras que, a su manera,
intentan rezarte.
De repente,
sentí un beso en la trabajadera,
mi corazón se encendió al verte
y entonces comprobé
que tú me despertaste."
Juan Luis Plaza Díaz, Pregón del Tiempo de Gloria de Jaén 2010.
Título de la obra: Ave María.
Fecha: Abril de 2010
Técnica: Lápiz sobre papel.
Técnica: Lápiz sobre papel.
Tirada: 50 ejemplares.