Tendría tanto que contar de este retrato que parte de ello es tan íntimo, tan de dentro, que prefiero guardarlo para Él y para mí, pues cuando cruzamos miradas así lo hacemos, desde el silencio de su capilla, hasta en el bullicio del barrio cuando huele a azahar e incienso.
Solo dedicarte algunas palabras aunque Tú bien sabes toda nuestra historia y pedirte por aquella niña de ojos verdes que duerme cada noche frente a esta "Tu Mirada", que no deja de ser un reflejo pues tu cara no puede ser imitada en el papel o en el lienzo.
De vuelta como se dice, por Navidad, y en el frío del invierno, tenía claro que el mejor regalo para la niña que te mira y que te reza era tu rostro piadoso y sin más, tomando como rosario el lápiz y como altar el blanco papel, cerré los ojos por un instante y hablé contigo, tú guiaste mi mano con el alma, yo dejé que Tú rezaras conmigo por ella y poco a poco apareciste delante de mí y mirando al frente, entonces me di cuenta en ese momento que permanecerías siempre a su lado.
Porque en cada trazo pensaba en ella, porque cierro los ojos y la veo, porque en tu cumpleaños y a tu lado siempre tengas a tu Cristo "pequeño" pero infinito. Que cada Domingo de Ramos se te encoja el corazón cuando los rayos de la primavera rocen sus manos y suene el cantar de una declaración de amor hecha poesía... Te Amo.
Fecha: 12 de Enero de 2011
Técnica: Lápiz sobre papel.
Dimensiones: 21 x 29,7 cm